Eugenia Díaz
http://resenasdecineyvida.blogspot.com/2011/08/2-un-hombreuna-mujer.html
La pasión y el apego como un péndulo entre la vida y la muerte de una relación. Una historia de aquello que sucede entre el amor y el desamor, esa oscilación indefinida que amarra más que liberar. Demasiadas metáforas para abordar el conflicto del compromiso, el afecto y la impotencia de no poder continuar, pocas aristas para impeler conclusiones.
Una pareja, dos seres encerrados en el laberíntico conflicto de continuar su relación o separarse definitivamente. El deseo, creciente con la indiferencia, que se desvanece una vez alcanzado el anhelo. El otro que se aleja, para acercarse más tarde y aniquilar el interés con la proximidad: una forma de asesinar cualquier vestigio de lo que pudo ser.
Los dos están físicamente encerrados en un ambiente, molestándose, alterando la paz del otro con cualquier nimiedad. Se atraen y se repelen convocando a reflexionar sobre la adicción a un amor que fue, al sueño de lo que pudo ser, y la inevitable aversión que se generan. No se dejan ir, aunque tampoco pueden continuar juntos.
Ariadna Crupi“Usted y yo, Martita, somos como una ventosa y un vidrio… lo único que nos mantiene juntos, es el vacío que existe entre nosotros”. El humorista gráfico chileno Alberto Montt enfrenta a una pareja con este sensacional y explicito dialogo en su libro ¿Quién es Montt?
Del otro lado de la cordillera, lo tenemos a nuestro colega, en el trabajo y las charlas de café, Marcelo Saltal, dentro de su larga trayectoria teatral, acá en su faceta de director. Se prueba este traje para la obra 2 (un hombre… una mujer), de Miguel Fanchovich que se exhibe en La Tertulia.
En las penumbras de su sala, una vez que nos acomodamos en nuestro asiento quedamos frente a una pareja que asoma desde el escenario. Él (Fernando García Valle) escucha a todo volumen un tema de Sumo. Ella (Julia Houllé) duerme uno de sus sueños más incómodos. La voz de Luca Prodan la inquieta. Se desata el temporal; una vez más.
Una silla y un colchón es toda la escenografía necesaria para mostrar a dos personajes que deambulan sin encontrarse. El erotismo que desprende esta pareja derrapa en el sollozo. La audiencia, atónita por momentos, sigue de cerca los intentos de acercamiento entre ambos, que terminan rozando la violencia, el arrepentimiento y la violencia nuevamente.
Ambos no pueden estar ni juntos ni separados. Ese síntoma, casi enfermizo, es la materia prima de esta obra, de este viaje al interior de los miedos y frustraciones de pareja. Es una búsqueda exhaustiva de la sombra que proyecta el amor. Cuando este último se evapora (más rápido incluso que el semen dijo alguna vez Charles Bukowski) la sombra los toma por asalto. El público asiste entonces a un ocaso donde los límites de las relaciones humanas se corren hacia niveles insospechados. 2 (un hombre… una mujer) indaga sobre este vacío. Y sobrevive para contarlo.
J.M.C.
http://www.revistaelabasto.com.ar/135_dos-un-hombre-una-mujer.htm
Sábado 10 AM.
El pone la música bajita.
Ella dormita.
El la va subiendo de volumen.
Ella se despierta.
A él la música lo aísla, lo evade. Y hoy la puso mas fuerte que otras veces.
A la media hora, ella se despierta.
El mastica bilis, enroscándose todavía, que es lo mejor que sabe hacer.
La inacción de él es exasperante para ella.
A él le cuesta tomar decisiones. Sabe que todo es una mierda. Está en el medio de una tormenta y sabe que tiene un montón de cosas para hacer, pero está paralizado.
Es de noche, y todavía los pájaros no empiezan a cantar. No llega la mañana, estoy en esta eternidad hasta que llegues, una agonía perenne; como la cámara más lenta filmando el recorrido de la bala: el dedo transpirado en el gatillo, la huella del índice presionando al destino, como asoma el plomo caliente todavía en movimiento interno acompañado de pequeño jirones de humo; como atraviesa la distancia en un recorrido certero, que podría ser la vida misma de otra persona en otro registro de tiempo; el rasguido primal que en la piel dibuja su aureola de carne quemada. Muy lento el musculo se lesiona y con suerte, con mucha suerte se aloja en un órgano vital para desprender una hemorragia de la que no hay retorno.
Sonó el timbre y eras vos. Electricidad, suerte, violencia, angustia, todo a la vez e indescifrable. Abrí la puerta y te abrace casi como para absorberte y me separaste de un empujón, electricidad, sin control te di un golpe de lleno en la boca e hice estallar tu nariz. Cuando vi la sangre entre en pánico y el frio me invadió como una ola inmensa, inabarcable. Quise ayudarte, que demonio pudo haberte hecho eso? Escucho tus pasos escalera abajo y caigo en el suelo apoyando el pulgar sobre una gota de sangre tuya, tibia todavía, y empiezo a llorar juntando mis rodillas con la cabeza. El tiempo se había acelerado de una manera extraordinaria, la letanía de la noche le dio paso a una precipitación desbordada para entrar en un limbo en el que estoy ahora, esperando a que me vengas a buscar, porque vas a venir , porque sabes que fue un impulso desgraciado, que te amo más que a nada. Porque es eso lo que hay ahí afuera, nada.
FGV
Primero se pone esmalte transparente, lo sopla, se mira con detenimiento. Saca el pincel del frasco de esmalte, lentamente. Mira caer una gota de esmalte rojo, rojísimo, en el frasco, nuevamente. Sonríe (de qué se acuerda?) Busca la lima. Su expresión cambia rotundamente, se adivina la tristeza en su frente.
Limar… asperezas? Enojos?
Sigue pintando, tapando… se enoja…se limpia el borde desparejo, y vuelve a pasar el rojo, con la reconcentración de quien debe poner todo su esfuerzo en esa mínima acción para demostrarse que es fuerte.
Llora cuando tapa con esmalte rojo...Ella es consciente de lo que tapa en este, su momento privado. Eso le genera angustia...
o CONCIENCIA DE LA ANGUSTIA...
o CULPA DE TAPAR...?
-De que estamos hablando?
-De la soledad...
- Al final siempre estamos solos!
- Es que la media naranja te exprime
- Es el cagazo a estar solos...! Amar, sentir, soledad, enfermedad...
- Necesitamos quien nos abrace.. porque coger, se coge con cualquiera...
- En esta relación sexual que contamos, ya no hay riesgos... entonces...?
- Como es la vida sexual de esta pareja?
-Se notan más las ausencias que las presencias. Entonces ... que las ausencias estén lo menos presentes posibles.
- Yo manejo mi estado de solitud, por eso ninguna relación me completa.